"Epigrafista" es la persona aficionada o versada en epigrafía (y la epigrafía es la ciencia que estudia los textos escritos sobre materiales duros - piedra, metal).

La epigrafía nos pone en contacto con las ideas de nuestros antepasados sin intermediarios, sin manipulaciones. Los textos en papel, (que los estudia la paleografía), en cambio, de tanto copiarse suelen contaminarse con aportaciones de sus respectivos copistas.



Bienvenidos a mi mundo, al mundo de EL EPIGRAFISTA.

domingo, 9 de noviembre de 2014

El Puente romano de Alcántara (Cáceres)


En la provincia de Cáceres, a sólo 10 km. de la frontera con Portugal, el día del cumpleaños de mi mujer lo celebramos acercándonos desde la capital de esta provincia hasta este famoso monumento histórico (unos 60 km.).


Yo ya lo había visto en fotos como las que muestro en decenas de ocasiones, pero francamente, ninguna foto que se le pueda hacer transmite las sensaciones que uno siente cuando está junto a este puente. Es lo más cercano a la perfección que he visto en mi vida, y todavía impresiona más cuando uno piensa en los precarios medios de que los romanos disponían para construir esta maravilla.


El emplazamiento sobre el río más largo de la península Ibérica, el Tajo, es impresionante. Pero los romanos necesitaban unir en Hispania en su provincia lusitana una región que el abrupto paisaje trazado en este lugar había dividido (aquí se comprende mejor que en ningún otro lado el nombre de Tajo que recibe este río).


En el centro del puente se conserva una arco que recuerda el origen de este monumento:


En la parte superior del arco hay una inscripción original, idéntica en ambas caras del arco, que nos recuerda el nombre del emperador que lo mandó construir, el primer emperador romano no itálico, el hispano Trajano:




La inscripción dice en latín: 

IMP(eratori) CAESARI DIVI NERVAE F(ilio) NERVAE | TRAIANO AVG(usto) GERM(anico) DACICO PONTIF(ici) MAX(imo)
TRIB(unicia) POTES(tate) VIII IMP(eratori) V  CO(n)S(uli) V P(atri) P(atriae)

cuya traducción sería: "AL DIVINO EMPERADOR CÉSAR NERVA TRAJANO AUGUSTO, HIJO DEL DIVINO NERVA, VENCEDOR DE LOS GERMANOS Y DE LOS DACIOS, PONTÍFICE MÁXIMO, EN SU OCTAVA POTESTAD TRIBUNICIA, EN SU QUINTO AÑO COMO EMPERADOR Y CÓNSUL Y PADRE DE LA PATRIA."

Estos datos sitúan con bastante precisión la inauguración de la construcción del arco en torno a los años 104 o 105. Trajano acababa de conceder el derecho latino a sus paisanos en esta época. 

En el arco aparecen también unas placas de mármol, hechas en época de la reina Isabel la Católica, parece que a partir de unas anteriores en bronce, en donde se nombra a los pueblos indígenas a los que benificiaba la construcción de este puente:




A la entrada del puente llegando desde Cáceres, se conserva en bastante buen estado un pequeño templete situado en este extremo del puente, que nos da el nombre del arquitecto, Cayo Julio Lácer:




En fin, gracias a los romanos y a su sentido práctico de las cosas por dejarnos esta maravilla en la actual España.





sábado, 19 de julio de 2014

Sorpresas en el teatro romano de Clunia.


Hace un par de años, en el 2012,  mi hija visitó la antigua ciudad romana de Clunia, en el sur de la actual provincia de Burgos (su nombre completo en latín era el de Colonia Clunia Sulpicia). Allí hizo unas fotos que me sorprendieron agradablemente, pues yo ya había estado en un par de ocasiones en ese yacimiento arqueológico, pero de eso habían pasado bastantes años, y cuando mi hija me pasó las fotos me impresionó lo mucho que se había avanzado en la investigación y restauración de los edificios de Clunia, la capital del Conventus  Cluniacensis, región romana enclavada en el centro de la provincia Tarraconensis.

De esas fotos (todas las que muestro en esta entrada son de las que me pasó entonces mi hija) me impresionaron especialmente las del majestuoso teatro romano, edificio que a mí me había parecido espectacular, cuando lo había visto, por su tamaño. Sin duda, el teatro romano de Mérida lo supera en elegancia y en estado de conservación, pero no en tamaño: en el de Mérida podían sentarse unas 6.000 personas, mientras que en el de Clunia en su graderío podían entrar y estar cómodamente sentadas unas ¡10.000!. El dato es impactante, pues  se trataba de uno de los mayores teatros de Imperio para una ciudad de provincia que no debía tener en sus mejores momentos más de 25.000 habitantes: tengamos en cuenta, por ejemplo, que el mayor teatro del Imperio, obviamente en la capital, Roma,era el teatro de Marcelo, que tenía  capacidad para 12.000 espectadores.

De  su impactante tamaño dan fe estas fotografías:




De este teatro se sabía que se había construido durante el mandato del emperador Tiberio, por tanto debió de inaugurarse en la primera mitad del siglo I d,C.

Pero ahora vienen las sorpresas. En la década 2000-2010 se realizaron nuevas excavaciones dentro del teatro, con el fin de tratar de hacer una restauración que permitiera seguir usándolo como teatro o auditorio musical en la actualidad. Al excavar en el interior de la orchestra (ya sabéis, el espacio semicircular situado entre el graderío -cavea- y el escenario -scaena- donde se colocaban los músicos) se encontraron evidencias que hacían ver que este espacio había sido transformado tardíamente por los propios romanos: ¿por y para qué?.

En particular, se encontró una losa de piedra, cuya fotografía es la que abre esta entrada, que evidenciaba varias cosas. En primer lugar, el año en el que los romanos hicieron esta reforma. Si volvéis a ver la fotografía de la parte superior, observaréis que en la parte superior de la piedra se lee:

SENECIONE  P(ublio) APOLINARE
CO(n)S(ulibus)

cuya traducción sería "Siendo cónsules Senecio y Publio Apolinar...". Como conocemos las listas de todos los cónsules romanos, sabemos que en el año 169 d.C., momento en el en Roma gobernaba el magnífico emperador Marco Aurelio (conocido como el emperador filósofo, autor de un libro que debéis tener siempre a mano cuyo título suele  traducirse en castellano como Pensamientos o bien en otras ediciones Meditaciones), fueron elegidos cónsules Quinto Pompeyo Senecio Sosio Prisco y Publio Coelio Apolinar

Por tanto, la inscripción es una prueba fundamental (junto con otras pruebas arqueológicas cuyo comentario omito para no desviarme del tema) para saber el momento exacto en que se hizo la reforma.

Pero aún hay más: en los lados de la piedra se lee:

G(aius) TAUTIVS SEMANVS

y en la parte inferior de la piedra:

AEDIL(is)  N(ovavit)  P(ecunia)  +  +

y si sumamos todo esto tenemos la traducción completa del texto de la losa:

"Siendo cónsules Senecio y Publio Apolinar, el edil Cayo Tautio Sémano renovó (el edificio) con dinero..." y a continuación vienen dos letras imposibles de leer, donde he colocado los signos de la suma, pero que probablemente indicarían la procedencia del dinero de la reforma (podría haberse hecho la reforma con dinero público o privado y quizá eso es lo que especificarían las letras ilegibles).

El significado en conjunto nos indica que en el año 169 d.C. el edil de la ciudad de Clunia (el cargo de edil era semejante al de los alcaldes actuales), llamado Cayo Tautio Sémano, (edil muy emprendedor en esta ciudad romana, pues su nombre aparece en varias inscripciones halladas en la ciudad) hizo una renovación del teatro de Clunia, bien con dinero público (pecunia publica) o bien con su propio dinero (pecunia sua).

Lo interesante es que el verbo utilizado en la abreviatura (novavit) no indica que se hiciera una simple reforma del edificio, sino que el edil fue mucho más allá: la reforma se hizo porque al edificio se le dio un nuevo uso, una nueva función...¿cuál?

Pues la clave de nuevo está en la losa de piedra: si observáis de nuevo la fotografía superior, os daréis cuenta de que hay una incisión hecha de manera deliberada de forma más o menos circular. Pues bien, con seguridad esa incisión albergaba en su interior una argolla metálica. Sabemos que los romanos ponían estas argollas para sujetar en ellas con cadenas o cuerdas a los animales salvajes. 

Si unimos el dato de la argolla con el dato de cambio de uso que revela la inscripción a otros datos arqueológicos que nos revelan un cambio de diseño en la orchestra y también que al mismo tiempo se retiraron las cuatro primeras filas del graderío, la conclusión es clara: en el año 169 los romanos dejaron de usar este teatro para representar en él obras dramáticas y lo comenzaron a usar como si fuera un anfiteatro, es decir, para espectáculos sangrientos en donde animales salvajes luchaban entre sí o bien contra hombres, e incluso cabe presumir que también se dieron en él luchas de gladiadores.

La razón de este cambio de función la desconocemos, pero podemos intuir que este descomunal edificio no debía resultar rentable como teatro; y cuando digo rentable no me refiero únicamente a lo económico, sino también a su "rentabilidad social", entendiendo por ello que las obras de teatro no debieron llegar a interesar demasiado a los hispanorromanos de Clunia, por lo que el edil Tautio decidió darle un uso más popular al edificio. Este dato nos revela que, tristemente, a los habitantes de Clunia y sus alrededores en el siglo II les resultaban poco atractivas las obras de teatro, y en cambio preferían divertirse de una manera más sencilla y directa, por lo que "reciclaron" su viejo teatro, que durante algo más de un siglo había servido para sus fines culturales literarios y musicales.

Y lo reconvirtieron en un edificio destinado a espectáculos cruentos: sabemos que argollas, como la que contenía la piedra que estamos comentando, servían para amarrar a ellas a animales salvajes (leones, panteras,...) que sólo podían moverse hasta donde llegaba la cuerda que los ataba (espectáculos de este tipo se siguen haciendo en las fiestas de algunas localidades de España, como los conocidos "toros de cuerda", en donde se amarra a un toro por las astas y se le permite moverse sólo en la distancia de la cuerda que lo sujeta). Para garantizar la seguridad de los espectadores, en la reforma se eliminaron las primeras cuatro filas de la cavea, sin duda para crear un perímetro de seguridad entre las bestias y el público (tengamos en cuenta además, que era costumbre que las autoridades locales disfrutasen de estos espectáculos sentados en las primeras filas, por lo que no se podía correr el riesgo de que algún león se soltase y acabara con la vida de algunas de las principales autoridades de la ciudad... ).

Como a través de la historiografía sabemos que a finales del siglo IV d.C el emperador romano Teodosio el Grande prohibió la celebración de los juegos de gladiadores, los habitantes de Clunia debieron de disponer de unos dos siglos para usar el edificio para estos espectáculos. Después, perdida su función, el edificio y la ciudad fueron abandonados, hasta que en el siglo XX la arqueología empezó a redescubrir la antigua ciudad de Clunia.

En fin, creo que tenéis aquí una prueba más de cómo la epigrafía, colaborando con la arqueología, la filología y la historiografía nos permiten entender mejor el pasado, nuestro pasado, lo que nos lleva a entender mejor nuestro presente y nuestra cultura actual.

Termino diciendo que como podéis ver en las fotografías que pongo debajo, el edificio ha sido rehabilitado (y parcialmente reconstruido) para devolverle su uso primitivo, y en la actualidad en él se representan obras de teatro (no sólo de teatro romano) y espectáculos musicales. Observad en las fotografías que la losa de piedra blanca que ha dado lugar a mi comentario está situada en el centro de la orchestra:







viernes, 4 de julio de 2014

MISTERIOS SIN RESOLVER.



Suelo insistir mucho a mis lectores en cómo la epigrafía puede ser un instrumento enormemente útil al servicio de otras ciencias para resolver determinadas cuestiones de índole histórica.
Sin embargo, no puedo negar que la epigrafía no nos da siempre respuestas, sino que también nos plantea preguntas, muchas de ellas, desgraciadamente, para las que no hallamos respuesta actualmente y quizá en algunos casos no encontremos respuesta nunca.

Como uno de los miles de ejemplos que podría poneros de esto, voy a comentaros la fotografía de la parte superior de esta entrada, que es de una reproducción de una estela funeraria, reproducción que me regaló mi amigo Gabriel Allende (que ya disfruta de su jubilación, pero que ha pasado gran parte de su vida entregado a la reproducción de esculturas en su propio taller, y a quien siempre estaré agradecido por las reproducciones que me ha regalado y por las interesantes conversaciones que mantenemos siempre que nos vemos).

La estela funeraria original se encuentra a unos dos kilómetros al noroeste de un pueblo de la Rioja llamado Villoslada de Cameros, sobre un "podium" de cemento que el ICONA construyó en los años ochenta para fijarla en el mismo lugar del hallazgo, un paraje llamado el cerro de San Cristóbal. Su estado de conservación es bastante deplorable, como puede observarse en la siguiente fotografía del original hecha "in situ" por D. Alberto Tamayo en 1997:


Es una estela pequeña, pues no llega a tener un metro de altura y apenas medio metro de ancho. Pero posee todos los elementos característicos de este tipo de monumentos funerarios: cuerpo rectangular, rematado en este caso por otro cuerpo triangular en cuyo centro aparece un típico signo astral (un disco de cinco radios). En el rectángulo se distinguen dos campos: el superior es anepígrafo y figurativo, con la representación de tres seres antropomorfos prácticamente idénticos (en cada uno se distingue la cara del cuerpo, quizá cubierto por una especie de túnica, y además aparecen los brazos en cruz, uniéndose los tres seres a la altura de los brazos -las manos no se distinguen- como si estuvieran realizando una especie de danza). 

En el campo inferior aparece enmarcada una inscripción en letras capitales latinas, hoy en día casi ilegible por la erosión a la que ha estado expuesto el monumento. Aunque algunas letras no son seguras, la inscripción, según se lee en la pequeña reproducción que hizo mi amigo Gabriel,  podría leerse así:

D · M · M · A P
F A P M E N V E
E V O P · A · O I A
O I T A N O E S E ·
A N N X I I

No cabe duda, por las características de estilo descritas, de que se trata de una estela funeraria, por lo que las tres primeras letras con seguridad son las abreviaturas de la expresión latina DIS MANIBUS MONUMENTUM (es decir: "Monumento - consagrado- a los dioses Manes). Pero a partir de aquí resulta imposible interpretar su lectura, excepto en la última línea, en donde se puede entresacar la expresión ANN(ORUM) XII (es decir: "de doce años") que nos revelaría la edad del difunto.

Y poco más. Seguramente el resto se trata de palabras o abreviaturas de palabras de la lengua indígena que se hablaba en la zona, de la que sabemos a través de otras fuentes que estaba ocupada por celtíberos, es decir, celtas "iberizados", que hablaban lengua celta pero que imitaban a los iberos en ciertos aspectos, como la escritura, pues los demás celtas en general desconocían la escritura. Los celtíberos en algunos casos usaron las letras latinas para escribir pequeños textos en su lengua sobre piedra, por lo que ese texto quizá nos informe del nombre del difunto y de la tribu a la que pertenecía, como solía ser la costumbre. Pero nuestro desconocimiento de las lenguas celtíberas actualmente es enorme, y sólo podemos conjeturarlo. Las tres figuras abrazadas del campo superior quizá representen a algunos dioses (o diosas) locales, pero realmente tampoco lo podemos saber con seguridad. Sí podemos afirmar por la comparación con estelas de este tipo, que  este monumento se debió de fabricar hacia el siglo II d.C. 

Casi todo en este monumento epigráfico, como en muchos otros,  son...misterios sin resolver.

viernes, 18 de abril de 2014

Sestercio de Cómodo encontrado en el Foro de Complutum.


"El reinado de Cómodo marcó la transición de un reino de oro y plata a uno de óxido y hierro." Con estas duras pero acertadas palabras, el historiador romano Dión Casio define el gobierno del último de los emperadores de la dinastía Antonina, con el que se inicia un periodo imparable de lenta decadencia del imperio romano.

Al igual que el sestercio de Lucilla del que os hablé en la entrada anterior, éste también ha sido hallado en una de las cloacas del Foro de la antigua ciudad de Complutum (junto a la actual Alcalá de Henares en Madrid).

En la película "Gladiator" el retrato que se hace de este emperador es en líneas generales muy apropiado. Cómodo fue un degenerado, apasionado hasta la locura por las luchas de gladiadores. Intervino también en su juventud, junto a su padre el emperador Marco Aurelio, como se aprecia al comienzo de la película, en una importante campaña contra los germanos para contener con éxito los intentos de estos pueblos bárbaros por entrar en el imperio.

Sin embargo, no es cierto que Cómodo asesinara a su padre. Al contrario, Marco Aurelio cometió el error de romper con la tradición de los antoninos de no proclamar como sucesor a sus propios hijos, y nombró a su hijo Cómodo como Imperator a finales del año 176, haciendo ver su clara intención de designarle como su futuro sucesor. Al año siguiente, en 177 reafirmó aún más su posición nombrándole como Augusto, con lo que desde este momento Cómodo se sitúa al mismo nivel que su padre actuando como co-emperador. Además, el 1 de enero de este año Cómodo fue nombrado con tan sólo 15 años Cónsul, convirtiéndose en la persona más joven de la historia en ostentar este título.

De este año 177 es el sestercio que os presento (gracias de nuevo a Edu, el ameno guía de Complutum por permitirnos fotografiarlo). En él se aprecia a un joven Cómodo, imberbe, con la corona de los emperadores y haciendo gala de su nueva condición de augusto y cónsul.

Os pongo aquí una foto de otro sestercio similar, pero en mejor estado de conservación:



En el anverso, alrededor del busto con la cabeza del emperador con la corona de laurel y mirando hacia la derecha puede leerse: IMP(erator) L(ucius) AVREL(ius) COMMODVS AVG(ustus) GERM(anicus) SARM(ata).

Como se aprecia en el texto, junto a su nombre aparecen los títulos de "emperador" y "augusto", y además los nombres de los pueblos contra los que luchó con cierto éxito junto a su padre (los germanos y los sármatas, éstos últimos procedentes del sur de la actual Rusia).

El reverso presenta un conjunto de armas capturadas a los enemigos y en el exergo la leyenda DE GERMANIS (un tanto exagerada, pues aunque los frenó, Cómodo no sometió nunca a los germanos, que como todos sabemos serán en el futuro quienes someterán a los romanos...). Alrededor de la imagen puede leerse TR(ibunicia) P(otestate) II CO(n)S(ulatus) P(ater) P(atriae) S(enatus)-C(onsulto), que hace referencia a tres hechos bastante inusuales: el de poseer la potestad tribunicia, el rango de cónsul y el título de "Padre de la patria" con tan pocos años de edad. Al tratarse de un sestercio de bronce, la moneda fue emitida por orden del Senado romano, como era habitual.

Ahora os voy a poner una foto del anverso de la moneda encontrada en Complutum, en peor estado de conservación (agradezco de nuevo la paciencia de mi alumno David García, de 1º de Bachillerato, sujetando con su mano la moneda mientras yo la fotografiaba):



Marco Aurelio, que había sido un gran emperador y filósofo, murió de una enfermedad en Vindobona (actual Viena), y no asfixiado por su hijo Cómodo, como muestra la película "Gladiator", en el año 180. A partir de ese momento y hasta el año 192 Cómodo gobernó solo el imperio, pero de la manera terrible de la que ya os he hablado. Además, como casi todos los antoninos, se dejó crecer la barba, por lo que las monedas y representaciones escultóricas en que veáis a Cómodo con barba son ya de la época en la que gobernaba solo el imperio.

Finalmente, aprovecho para deciros que Cómodo, aunque luchó con frecuencia en la arena del Coliseo, creyéndose una reencarnación del propio Hércules, no murió luchando como sale en la película de "Gladiator": fue víctima de una conspiración tramada por su cortesana favorita, una joven llamada Marcia, que lo envenenó en el año 192; pero al empezar a vomitar Cómodo por la acción del veneno, Marcia envió a un liberto llamado Narciso, al que prometió una recompensa si asfixiaba al emperador. Narciso entró en la habitación de Cómodo y le apretó el cuello hasta matarlo.

El Senado decretó una "damnatio memoriae" contra Comodo para olvidar los horrores de su gobierno y la guardia pretoriana declaró a Helvio Pértinax emperador...aunque éste sólo fue emperador 86 días, pues los propios pretorianos, decepcionados porque Pértinax no les dio una recompensa que les había prometido, lo asesinaron. El imperio había entrado en una terrible cuesta abajo...

Por cierto, volviendo a la película de "Gladiator" del año 2000, dirigida por Ridley Scott, quiero destacar la excelente caracterización del personaje de Cómodo que hace el actor Joaquim Phoenix, que encarna a la perfección el alma de este emperador, tan negativo para la posterior historia del imperio romano.

domingo, 2 de marzo de 2014

Sestercio de Lucilla encontrado en Complutum



   Para los amantes de la película "Gladiator", que somos legión, este sestercio que voy a comentar les va a llamar mucho la atención.

      Es un sestercio de bronce, acuñado en Roma entre los años 161 y 166. En su estado original, pesaba casi 24 gramos y tenía algo más de 28 milímetros de diámetro. En el anverso aparece el perfil de la emperatriz mirando hacia la derecha, rodeado de la leyenda LVCILLA AVGVSTA. En el reverso se lee IVNO S-C, y se muestra a la diosa Juno sentada mirando a la izquierda, con una pátera en la mano derecha y un cetro en la izquierda.

Esta moneda en concreto se ha encontrado en una cloaca de la ciudad hispanorromana de Complutum, como nos contó Edu, el amable guía del Foro de Complutum.

Os pongo una imagen de otro sestercio similar en mejor estado:


Lucilla era la segunda de los trece hijos que tuvo el emperador Marco Aurelio y estaba llamada a tener un papel relevante en la Roma de los Antoninos. Su padre concertó el matrimonio de Lucilla con Lucio Vero, que de manera insólita era co-emperador con Marco Aurelio desde el año 161.

El matrimonio duró hasta el año 169, en el que falleció de muerte natural Lucio Vero. Quedó como emperador único Marco Aurelio, hasta que su hijo Cómodo (hermano menor de Lucilla) al alcanzar la mayoría de edad en el año 177 fue proclamado por su propio padre co-emperador.

Cómodo actuó en las campañas militares que los romanos estaban disputando contra los germanos en la región del Danubio (como se ve en el comienzo de la película "Gladiator").

Pero en 180 murió Marco Aurelio (siento decepcionar a los fanáticos de la película, pero Cómodo no asesinó a su padre; al contrario, los historiadores romanos hablan de una buena relación padre-hijo).

Cómodo gobernará el imperio romano desde 180 hasta 192, de una manera despótica y depravada, muy lejos de la excelente política que habían desarrollado los anteriores Antoninos. 

Pero volvamos a Lucilla: al casarse Cómodo con Brutia Crispina en 178, Lucilla, que había disfrutado del título de "Augusta" en vida de su padre, sintió que sus posibilidades de mantenerse en un alto lugar en la política romana prácticamente desaparecían en favor de la esposa de su hermano. Las malas lenguas de algunos historiadores romanos poco fiables hablan de que Lucilla, para mantener su status llegó a tener relaciones incestuosas con su hermano Cómodo (algo que se insinúa también en la pelicula "Gladiator").


Finalmente, Lucilla se unió a una conspiración promovida por algunos senadores en el año 182 que pretendía acabar con la vida de su propio hermano. Pero la conspiración fue descubierta por Cómodo y Lucilla fue desterrada a la isla de Capri, donde poco después fue asesinada.


Analizando de nuevo el sestercio, podemos intuir que Lucilla era una mujer bastante diferente a como se presenta en la película de "Gladiator": en la moneda se destaca su papel de "Augusta", que en esta época equivalía a decir que era la primera mujer en la corte imperial; en el reverso de la moneda se evoca a la diosa Juno, con atavíos de reina, en clara referencia al papel que esta diosa tenía como esposa del dios supremo Júpiter y por tanto reina de los dioses. En definitiva, se nos muestra una Lucilla que pisa fuerte en la línea de sucesión al emperador Marco Aurelio, y que no soportó ser desplazada por la esposa de su hermano Cómodo, quien ciertamente era un depravado, pero la intervención de Lucilla en la conspiración contra su hermano cuando éste ya era emperador está lejos de la imagen de mujer débil y sumisa ante la voluntad de su hermano que se nos da en la película. Al contrario, me la imagino como una mujer con objetivos claros y rebelde ante las locuras de su hermano.


Por último, recordaros que las letras S - C (Senato consulto, esto es, "por decreto del Senado") hacen referencia al hecho de que las monedas de oro y plata eran emitidas sólo por los emperadores, pero las de bronce y latón, como los sestercios, eran emitidas directamente por el Senado romano.


(Un agradecimiento especial a mi querido alumno de 1º de Bachillerato de Humanidades David García, que con paciencia sostuvo el sestercio mientras yo lo fotografiaba).

lunes, 6 de enero de 2014

Un seguro de vida...eterna


  En la exposición de la Villa de los Papiros de las Naves del Matadero (Madrid) pude fotografiar esta placa funeraria, encontrada en Talavera de la Reina (Toledo), aunque actualmente pertenece a los fondos del Museo Arqueológico Nacional de Madrid. Por el tipo de letra utilizado probablemente se debió fabricar a principios del siglo II d.C.

La inscripción en latín dice:

Dis · Manib(us) / Antonius · Severus / Segisamensis / All[i]ae matri Severae sorori / Antonio · avonculo Valeriae · ux(ori) / Severino · f(ilio) · an(norum) · XXI / et · sibi · an(norum) LXXVIII / hoc munimentum · her(edem) / non · sequetur.


La traducción al castellano que propongo es:

A los dioses Manes. Antonio Severo, segisamense, a su madre Alia, a su hermana Severa, a su nieto Antonio, a su esposa Valeria, a su hijo Severino de 21 años y para sí mismo de 78 años. Que este monumento no pase a ningún heredero.

   La parte más interesante del texto son las dos últimas líneas, no sólo por contener un error ortográfico notable (munimentum en lugar del obvio monumentum) que corrobora que los lapicidas no se preocupaban apenas por la ortografía, tal vez en este caso por tratarse de un lapicida indígena que no dominaba el latín. Lo verdaderamente llamativo está en el sentido de la última frase del texto de la placa, que en cambio tiene el campo epigráfico muy bien organizado en líneas regulares (el marmolista hizo una buena ordinatio).

   Resulta llamativo  el hecho de que el dedicante de la placa, Antonio Severo, consagra y dedica el monumento a una serie de familiares suyos ya fallecidos (el orden puede ser aleatorio o tal vez es el orden en el que sus parientes fueron muriendo): así, comienza con su madre, siguiendo con su hermana, su nieto, su esposa y su hijo - el único del que aparece el dato de la edad de su muerte (sólo 21 años), lo que quizá denota que esta muerte le resultó especialmente dolorosa - y termina la serie dedicándoselo a sí mismo cuando el propio Antonio Severo muere a los 78 años, lo que nos asegura que lo encargó estando vivo.

   Bien, pues es muy curioso que después de alabar a toda esta serie de parientes suyos que habían muerto antes que él, termina el texto con la fórmula "que este monumento no pase a ningún heredero". Parece un acto bastante egoísta (aunque es una fórmula que se encuentra en bastantes monumentos funerarios romanos).

   Es evidente que de manera indirecta nos está haciendo ver que cuando Antonio Severo muere o bien aún debían de quedarle otros parientes vivos (¿otros hermanos? ¿otros hijos? ¿la familia política de su esposa?) o bien que temía que alguien ajeno a la familia se hiciera con la posesión de esta placa de mármol.

   Si aceptamos la primera hipótesis, la explicación del uso de esta fórmula probablemente haría ver que las relaciones con quienes podrían ser sus posibles herederos no debían de ser buenas, ya que o bien no desea que esta valiosa placa funeraria de mármol quede en poder de quien pudiera heredar sus bienes, o bien no quiere que esos posibles herederos reutilicen la placa (borrando el texto y revendiéndola o haciendo algo con ella que por la razón que sea le resultaba a Antonio Severo una amenaza para la conservación del recuerdo de sus seres queridos y de sí mismo).

   El mismo destino podría tener la placa si en cambio aceptamos la otra hipótesis, es decir, que alguien ajeno a la familia (¿un funcionario del estado romano?) pudiera hacerse con los derechos legales sobre la posesión de esta placa de mármol. En este sentido, el dato de la edad de su hijo incluso permite especular con la posibilidad de que Antonio Severo esperaba que su joven hijo fuera su heredero, pero que al morir el hijo joven, antes que el padre, esto le amargase sus últimos días y le llevara a no hacer  testamento, pero quisiera dejar constancia de que en ningún caso esta placa podría quedársela algún representante del estado o de la ciudad en que la placa se exponía.

  En cualquier caso, la conclusión a la que podemos llegar es que la inclusión de esta fórmula, que busca asegurar que, una vez muerto el dedicante, nadie se haga con el control de este objeto, probablemente no responda a un acto trapacero de aparente tacañería económica, sino a un deseo de tipo religioso o simplemente sentimental en donde Antonio Severo buscaba asegurar que todos los que él verdaderamente quería no quedasen en el olvido.

   Si eso fue así, Antonio Severo ha conseguido su objetivo, porque ahora tú, lector de este blog, al releer el texto de la placa  has liberado a todos los que aparecen nombrados en ella de la "segunda muerte", la muerte en el olvido, la que realmente más temían los romanos.

   (Por cierto, en la placa se dice que Antonio Severo procedia de la ciudad de Segisamo, situada en el noroeste de Burgos. Pero por alguna razón la vida le llevó con su familia al oeste de Toledo, donde se encontró esta placa. Otro testimonio de la movilidad de los hispanos facilitada por la romanización del territorio).